La pandemia hizo necesarios muchos cambios, y es por esto que especialistas están diciendo que en lugar de apurarnos a volver a la “vieja normalidad” deberíamos aprovechar esta oportunidad para innovar.
Los cambios que hemos visto en nuestras ciudades en un período de tiempo extremadamente corto sugieren que muchas de las barreras para mejores ciudades no son técnicas o financieras, sino de naturaleza política. Por eso es fundamental que no permitamos que el deseo de normalidad conduzca a un regreso apresurado a la normalidad y al fracaso del status quo. En cambio, antes de que nuestros recuerdos de cómo se ven y se sienten mejores ciudades comiencen a desvanecerse, deberíamos pensar en cómo todo el ecosistema de la ciudad (gobierno, empresas, residentes, organizaciones sin fines de lucro y filantropía) puede apoyar un cambio cultural importante en las ciudades: de esconderse del fracaso a aceptarlo y aprender de él de manera constructiva.
A pesar de todos sus impactos agonizantes y fatales, Covid-19 no tiene precedentes: no es ni la primera pandemia ni la peor. Las ciudades siempre han salido mejor del otro lado, pero no por casualidad. La transformación urbana positiva surgió de una intensa reflexión sobre las causas de tales fallas catastróficas y de un profundo compromiso por encontrar un mejor camino a seguir. Nos enfrentamos a un momento similar ahora. Las ciudades de todo el país han visto claramente dónde están fallando. Es contradictorio, pero remediar esas fallas requerirá más fallas, nacidas del compromiso de construir un futuro mejor a través de la innovación audaz y la colaboración intersectorial.

Fuente oficial: Bradley Jennifer (4/09/2020) Let’s not go back to «normal». Recuperado de https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-09-04/return-to-normal-will-sacrifice-innovation?utm_source=url_link